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Las empresas y las certificaciones

Por Redacción

Junio 09, 2024 03:00 a.m.

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Ing. Piros Zulas / Tecnológico de Monterrey

Hay reportes que indican que en 1878 en el puerto francés de Ruan los exportadores de granos estaban perdiendo dinero ya que durante el transporte de sus mercancías se producían pérdidas por robos y fugas. Los importadores de cereales pagaban por la cantidad de granos recibida, no por la cantidad enviada. Así, alguien comenzó a inspeccionar y certificar la cantidad y la calidad de los cargamentos de cereal francés. Este hecho es probablemente uno de los primeros indicios que se tienen registrados en la historia y que dio nacimiento a las certificaciones. Actualmente, empresas y profesionistas cuentan con diferentes maneras de certificar sus conocimientos y habilidades. Este artículo se enfocará en las certificaciones empresariales, partiendo de una pregunta básica: ¿qué es una certificación?

Una certificación es simplemente un documento oficial emitido por algún organismo acreditado que manifiesta la conformidad de una empresa, proceso, producto o servicio con requisitos específicos. También se puede definir una certificación como el propio proceso que lleva a cabo el organismo acreditado para evaluar dicha conformidad. Ahora bien, ¿qué empresas se pueden certificar?

Cualquier tipo de empresa, sin importar su tamaño, ubicación, sector, forma jurídica, o cuota de mercado, puede certificarse. No obstante, muchas veces se piensa que las certificaciones son más útiles para empresas medianas y pequeñas que cuentan con menos reconocimiento y cuya necesidad de generar confianza en sus mercados es mayor. Pero ¿qué tipo de certificaciones existen?

Existen miles de certificaciones en el mundo que abarcan diferentes aspectos. Además, continuamente surgen nuevas certificaciones. Sin embargo, existen diferentes formas de clasificarlas. A continuación, se exploran un par de clasificaciones.

En un primer tipo, las certificaciones pueden ser por primeras, segundas o terceras partes. Las certificaciones por primeras partes son aquellas cuando la misma empresa que ofrece un producto o servicio garantiza el cumplimiento de ciertos requisitos. Las certificaciones por segundas partes son aquellas garantías que provienen de una asociación o relación a la cual pertenece la empresa. Un ejemplo es cuando una empresa verifica la conformidad respecto a su proveedor. Por último, las certificaciones por terceras partes son aquellas en las que la conformidad es verificada y garantizada por un organismo certificador independiente.

En un segundo tipo, las certificaciones pueden catalogarse por área. Es decir, estas certificaciones son aplicables a cualquier sector. Algunos ejemplos de las áreas que se certifican son: calidad (por ejemplo, Lean Management / Six Sigma); investigación e innovación; eficiencia energética; seguridad y riesgos; buen gobierno corporativo; responsabilidad social; diversidad e igualdad; medioambiente; y/o tecnologías de información. En general, estas certificaciones son compatibles entre sí y una empresa puede implementar una o varias certificaciones.

Una tercera clasificación de las certificaciones es la que se basa en sectores. Algunos ejemplos de esta clasificación son: administración pública; aeroespacial; agricultura; alimentos; automotriz y componentes; construcción y obra civil; electromecánico; industria ambiental; químico; petróleo y gas; minería; farmacéutico y cuidado personal; medicina; transporte y logística; y turismo y hotelería.

Ahora, ¿por qué se certifican las empresas?

En algunos casos, una certificación es un requisito para poder vender, ya sea por aspectos legales o porque ciertos compradores exigen dicha certificación. En un contexto más amplio, los consumidores actuales demandan diversas garantías en los productos y servicios que contratan. Así, las certificaciones son pasaportes de calidad, seguridad, medio ambiente y/o responsabilidad social (o cualquier otra área) que crean confianza y abren mercados. Además, las empresas que cuentan con certificaciones se convierten en imanes de gran talento humano, atrayendo a más y mejores empleados. Este hecho no es menor ya que la capacidad de las organizaciones para atraer y retener talento se ha convertido en un desafío.

Las certificaciones son poderosas insignias comerciales y potentes emblemas de compromiso, credibilidad, imagen, progreso, prestigio, liderazgo y ventaja competitiva cautivando y reteniendo clientes, proveedores y empleados talentosos.

piros_zulas@tec.mx

Ing. Piros Zulas, es profesor de tiempo completo en el departamento de Gestión y Liderazgo de la Escuela de Negocios en la Región Monterrey del Tecnológico de Monterrey