Seguridad Pública: “Hot potato”.
Quien esto escribe fue capacitado por el FBI hace algunos años. Nos decían los güeros, ustedes allá creen que la seguridad pública es una cuestión simplista de más policías; más patrullas (pickups, para que se vean los policías atrás como mercancía); servicios de seguridad y vigilancia aleatorios; responder rápidamente a un llamado del 066 hoy 911 (inclusive jefes de policía competían a ver en cuantos minutos llegaba una patrulla a un incidente) y la persecución y detención de pseudodelincuentes (si son infractores mejor, las detenciones venden notas periodísticas).
-Es que así se hace en todos lados Mr. Güero, son órdenes del Gober o del Alcalde. -Le respondían-.
La esposa de un Gobernador tenía pasión por los salones de belleza, ignoro porque, la cuestión es que su peluquera un día le dijo que en su colonia había muchos maleantes y pandilleros asesinos y violadores que traían asolada a la pobre gente de por ahí.
Pues más tardaron en hacerle el peinado tutu, que se dio la orden tajante de enviar a policías y cuanta patrulla hubiera a la colonia de la peluquera. Resultado, abusos de autoridad, detenciones ilegales, lesionados y uno que otro desparecido, allanamientos de morada y un largo etcétera. En la práctica, esa colonia no era ni por mucho un problema de incidencia delictiva, lo que si tenía era una gran carencia de servicios básicos y pobreza.
No todo el territorio es caliente. ¿Dónde le duele al paciente? El punto caliente. Esa área que supera el número medio de eventos delictivos, o esa área en el que el riesgo de ser víctima de un ilícito es superior a la media.
Mire Usted, las policías en su comunidad no fallan per se, fallan porque son enseres de Gobernadores y Alcaldes. Por más estudios y carrera policial que tenga un jefe de policía, por más ética de servicio y modo honesto de vivir, las cosas se hacen como dice el patrón. Agréguele usted, personalidades de mozos de algunos jefes de policía, pues simple y sencillamente, la seguridad pública en una región se convierte en un carnaval de policías y patrullas sin ton ni son.
Las policías estatales y municipales están cansadas y desmoralizadas, las siguen manipulando en modelos tradicionales y poco efectivos de seguridad y saben que su trabajo es inútil, lo que les indican que hagan es incapaz de aportar soluciones a los problemas delictivos, que cada vez son más reiterados y con graves consecuencias para ellos mismos en su integridad.
Cada día asesinan y dejan mal heridos a policías locales, para “Causa en Común” organización civil, el asesinato de policías aumentó 62%, el primer trimestre de este año, ha sido por mucho el más violento contra los indefensos policías mexicanos.
Desde los años ochenta se habla y escribe de los puntos calientes y de la policía orientada a solución de conflictos, pues habría que maximizar hoy estas posturas y concretar recursos a zonas sabidas y reconocidas analíticamente que son un problema, pues éntrenle con todo y carajo, jefes de policía, acuerden con sus patrones y demuéstrenle que si pasaron por una escuela y que los posgrados sirven, más allá de las referencias vanidosas de Maestros y/o Doctores. Explíquenles que están al corriente de: La teoría de puntos calientes; de la teoría de las actividades rutinarias; de la teoría de la prevención situacional del delito; de la teoría de las ventanas rotas; de la teoría de la oportunidad; de la teoría de la desorganización social; de la teoría de los patrones delictivos, etc.
TAPANCO: Invito a un Gobernador o Alcalde a tener una encerrona con “sus” policías, la tropa, los que viven día a día las sandeces de órdenes que reciben. Escuchen a los de a pie, los que nunca han ido a una promoción de ascensos, los que siempre son utilizados en “servicios basura”, los que son extorsionados al interior de la corporación, los que se tienen que mochar para tener una moto o patrulla y en estos tiempos mejor quedarse a nivel administrativo y pues eso cuesta.
Ahí les va CONAGO, una gran iniciativa de todos (son los únicos que tienen policías), para modificar el 123 B XII constitucional y favorecer los derechos laborales de los policías, pasen a la historia y el primer paso, es reconocerse en ellos.
Francisco.soni@uaslp.mx
twitter: @franciscosoni