Con COVID, aumenta deuda de corto plazo

Al segundo semestre, el estado debe 153.6mdp más en pasivos inmediatos, señala Hacienda

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Con COVID, aumenta deuda de corto plazo

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Entre el primero y el segundo trimestre de este año, en los que se empezó a desarrollar la pandemia de COVID, los pasivos de corto plazo y las deudas de pago inmediato con contratistas crecieron 153.6 millones de pesos, equivalentes a 4.8 por ciento entre uno y otro periodo, de acuerdo a las estadísticas de obligaciones financieras emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

De acuerdo a documentos del Registro Público de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios, al segundo trimestre de este año, el saldo de los pasivos de corto plazo del ejecutivo estatal ascendía a tres mil 208.8 millones de pesos.

Hasta abril de este año, ese indicador era de tres mil 202.9 millones de pesos.

Es decir, que a la mitad de este 2020, ese pasivo creció 153.6 millones de pesos.

Se trata de los meses en los que la pandemia de coronavirus se extendió con mayor intensidad en el estado.

El incremento más pronunciado se dio en el rubro de proveedores por pagar a corto plazo. Del primer trimestre, en el que su monto fue de 40.6 millones de pesos, pasó a 137.1 millones de pesos. El alza de 96.5 millones de pesos representa un incremento de 237.6 millones de pesos.

El apartado de otras cuentas por pagar a corto plazo, que es el más cuantioso, se elevó 55.3 millones de pesos.

Al cierre de abril pasado, su monto era de tres mil 153.5 millones de pesos. Para el 30 de junio, ascendió a tres mil 356.5 millones de pesos.

Por lo que respecta a la deuda de corto plazo con contratistas de obra pública, el alza fue notablemente menor, de 1.7 millones de pesos, pues entre uno y otro periodo, pasó de 8.7 millones de pesos a 10.5 millones.

Durante ese mismo periodo, y debido también a la emergencia sanitaria, el gobierno estatal sufrió recortes en sus ingresos, además de que se incrementaron sus gastos para enfrentarla.

Debido a ello, el Poder Ejecutivo quiso tramitar la contratación de nueva deuda o la restructuración de la misma ante el Congreso del Estado, pero ante el fracaso de asegurar una mayoría aprobatoria de los diputados, optó por abandonar esa iniciativa.