En Pozos no hay quién aplique la contingencia

Por igual abundan negocios no esenciales abiertos que niños jugando en la calle

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En Pozos no hay quién aplique la contingencia

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Madres de familia con sus niños en la calle y hasta en los puestos ambulantes, grupos de jóvenes dialogando en las calles, motociclistas hacinados y familias completas, no se quedaron en casa en la zona oriente de la ciudad y en particular en la Delegación de Pozos, lugar que más bien parece pueblo sin ley, o parece no haber autoridad que ponga orden. 

Por igual, abundan los negocios abiertos de giros mercantiles no esenciales que niños jugando y subempleados en los cruceros.

En algunas calles de las colonias Las Mercedes, Cielo Claro, Los Silos, Los Molinos y los alrededores del Seminario Mayor, entre otros sectores, abundan las madres de familia con sus hijos en las calles, parejitas de novios paseando en motocicleta, grupos de jóvenes reunidos en algunas esquinas y tiendas abiertas de giros no esenciales.

En la Avenida Seminario, en un puesto de venta de flores, una familia completa esperaba la clientela, sin importar que estuvieran presentes niños, es decir algunos de los más expuestos a contraer alguna enfermedad respiratoria o contagiarla a personas vulnerables.

Por la zona oriente también fue posible encontrar en la Avenida Industrias autobuses de transporte urbano de la Ruta 22 con lleno total de pasajeros, a pesar de que los operadores pudieran restringir el acceso a viajeros para evitar la proximidad entre ellos.

Lo mismo sucede con las rutas 11, 12, 13, 25, 24 y 9, en las que ocasionalmente se acumulan pasajeros y no guardan distancia entre ellos, pero tampoco tienen una indicación estricta de un operador de autobús para que se distancien entre sí.

Así como sucede en los autobuses de transporte urbano que van a la zona oriente de la ciudad, el hacinamiento se da ya no sólo en las casas, sino también en las calles donde parece no haber autoridad.