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Si bien no hay un tratamiento específico para la COVID-19, los pacientes en San Luis Potosí reciben diversos medicamentos, según la gravedad de la enfermedad, que van desde suministro de dexametasona hasta aplicación de suplemento de oxígeno.
Al respecto, Juan Jesús Martínez López, titular de Atención Médica de la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado (SSA), acotó que quienes se encuentran en área de hospitalización, principalmente se les suministra un suplemento de oxígeno, así como un antibiótico, en específico azitromicina.
En el caso de personas en terapia intensiva o unidades de cuidados intensivos (UCI), indicó que se les aplica dexametasona, oxígeno suplementario, y en algunos casos maniobra de decúbito prono o posición boca abajo.
Acotó que en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ciertos hospitales privados, utilizan inmunomoduladores. “Estamos tratando de abarcar la mayoría de recursos terapéuticos, dependiendo de las características del paciente”.
Explicó que si un paciente requiere por la disminución de la coagulación de la sangre, que es una de las complicaciones de la trombosis, se aplica anticoagulante, según el peso y las condiciones se calculan las dosis.
Para los casos leves, añadió que se manejan con oxígeno terapia, algunos fluidificantes de secreciones, es decir, medicina para expulsar flemas; y paracetamol para el dolor de cabeza y la sintomatología que se presentan.
