Omisión y encubrimiento, entre las formas de violencia que viven las mujeres en la UASLP, revela estudio

Cuando las universidades se crearon las mujeres no formaban parte de ellas, fue por ello que “irrumpimos en el espacio universitario, transgredimos el espacio universitario y el corolario de esa irrupción y transgresión fue la violencia”, reflexionó Urenda Navarro, una de las coordinadoras del documento Violencia en Espacios Universitarios durante su presentación.

En la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se viven todo tipo de violencias y en mayor medida quienes la padecen son las mujeres, no solo se presenta de forma directa en las aulas, cubículos y pasillos, también por medio de la omisión y encubrimiento por parte de la institución, la cual es sistemática y estructural.

Para conocer el diagnóstico de la violencia en la máxima casa de estudios de la entidad, la Defensoría de los Derechos Universitarios en colaboración con la organización Rise Up/Levantemos México, elaboró el documento Violencia en Espacios Universitarios, con la finalidad de no solo conocer cuáles son los tipos de violencia que pueden desarrollarse, también de qué manera son legitimadas por la propia universidad.

En las reflexiones finales del documento se plantean un cuestionamiento de radical importancia que no puede omitirse y es forzoso responder: ¿cuáles son los obstáculos cotidianos que la misma institución erige, válida y reproduce, para no detener, atemperar, impedir el ejercicio de las violencias?

La también titular de la Defensoría reconoció que la UASLP ha reproducido sistemáticamente todas las formas de violencia que se revelaron en el documento, física, sexual, digital, socioeconómica, institucional, psicológica, entre otras, pero en esta gestión rompió el pacto de silenciamiento, persecución y criminalización de quienes eran violentadas.

Este documento también busca tratar una ruta para la igualdad sustantiva, para que las mujeres universitarias tengan las mismas oportunidades que históricamente han tenido los hombres.

“Para que más mujeres universitarias ocupen el consejo directivo universitario como directoras, como consejeras, para que una mujer universitaria sea rectora de esta casa de estudios”, expresó.

Por su parte, una de las investigadoras del documento, Jessica Rangel manifestó que este ejercicio fue necesario también por la gran deuda que tiene la UASLP con las víctimas, en su gran mayoría mujeres, ya son quienes por su género se encuentran más vulnerables a padecer todo tipo de violencias, que con este ejercicio se escucharon sus denuncias, que nunca más serán silenciadas.