Soldados estadounidenses capturan buque petrolero en Venezuela
Trump anuncia bloqueo de barcos petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela.

WASHINGTON (AP) — Soldados estadounidenses tomaron el sábado un buque petrolero frente a la costa de Venezuela por segunda vez en menos de dos semanas, como parte de las medidas de presión del mandatario estadounidense Donald Trump sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro.
La operación realizada de madrugada se produce días después de que Trump anunciara un "bloqueo" de todos los barcos petroleros sancionados que entren y salgan del país sudamericano, y se suma a la toma de otro buque petrolero realizada el 10 de diciembre por parte de las fuerzas armadas estadounidenses frente a la costa de Venezuela.
La secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, confirmó que la Guardia Costera de Estados Unidos, con ayuda del Departamento de Defensa, detuvo el barco que había atracado por última vez en Venezuela. También publicó en redes sociales un video no clasificado de un helicóptero estadounidense desembarcando personal en un buque llamado Centuries.
Un barco petrolero que navega con bandera de Panamá opera bajo ese nombre y fue visto recientemente cerca de la costa venezolana, según MarineTraffic, un proyecto que rastrea el movimiento de embarcaciones en todo el mundo utilizando datos disponibles públicamente. No estaba claro por el momento si ese buque estaba bajo sanciones estadounidenses.
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"Estados Unidos continuará persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región", escribió Noem en X.
La acción fue descrita como un "abordaje aceptado", ya que el navío se detuvo voluntariamente y permitió el abordaje de las fuerzas estadounidenses, indicó un funcionario estadounidense que no estaba autorizado para comentar públicamente y habló bajo condición de anonimato.
El Pentágono y los funcionarios de la Casa Blanca no respondieron por el momento a solicitudes de comentarios.
Luego de la incautación del buque petrolero llamado Skipper hace unos días, Trump prometió que Estados Unidos llevaría a cabo un bloqueo contra Venezuela. Todo esto ocurre mientras Trump ha intensificado su retórica hacia Maduro y ha advertido que los días del presidente venezolano en el poder están contados.
Esta semana, Trump exigió que Venezuela devuelva los activos que incautó a las compañías petroleras estadounidenses hace años, justificando nuevamente su anuncio de un "bloqueo" contra los petroleros que viajan hacia o desde el país sudamericano que enfrentan sanciones estadounidenses.
Trump citó las inversiones estadounidenses perdidas en Venezuela cuando se le preguntó sobre su nueva táctica de presión contra Maduro, e insinuó que las medidas adoptadas por el gobierno estadounidense están al menos en parte motivadas por disputas sobre inversiones petroleras, junto con acusaciones de tráfico de drogas. Algunos barcos sancionados ya están evitando Venezuela.
"No vamos a dejar pasar a nadie que no debería pasar", declaró Trump a los periodistas. "Recuerden que se llevaron todos nuestros derechos energéticos. Se llevaron todo nuestro petróleo no hace mucho tiempo. Y lo queremos de vuelta. Lo tomaron, lo tomaron ilegalmente".
Las compañías petroleras estadounidenses dominaron la industria petrolera de Venezuela hasta que los líderes del país decidieron nacionalizar el sector, primero en la década de 1970 y nuevamente en el siglo XXI bajo Maduro y su predecesor, Hugo Chávez. La compensación ofrecida por Venezuela fue considerada insuficiente, y en 2014 un panel de arbitraje internacional ordenó al gobierno socialista del país pagar 1.600 millones de dólares a ExxonMobil.
Las capturas de barcos se producen mientras Trump ha ordenado al Departamento de Defensa llevar a cabo una serie de ataques a embarcaciones en el Caribe y el océano Pacífico que su gobierno alega están contrabandeando fentanilo y otras drogas ilegales hacia Estados Unidos y otras partes.
Al menos 104 personas han sido asesinadas en 28 ataques conocidos desde principios de septiembre.
Los ataques han enfrentado escrutinio por parte de legisladores estadounidenses y defensores de los derechos humanos, quienes dicen que el gobierno de Estados Unidos ha ofrecido escasas pruebas de que sus objetivos son realmente narcotraficantes y que los ataques equivalen a ejecuciones extrajudiciales.
La Guardia Costera, a veces con ayuda de la Marina, por lo general intercepta botes sospechosos de contrabandear drogas en el mar Caribe, busca cargamentos ilícitos y arresta a las personas a bordo para su enjuiciamiento.
El gobierno de Trump alega que los ataques son necesarios, y dice que está en "conflicto armado" con cárteles de la droga con el objetivo de detener el flujo de narcóticos hacia Estados Unidos. Maduro ha sido acusado por Estados Unidos de narcoterrorismo.
En los últimos meses, Estados Unidos ha enviado una flota de buques de guerra a la región, el mayor despliegue de fuerzas en generaciones, y Trump ha declarado repetidamente que los ataques terrestres llegarán pronto.
Maduro ha insistido en que el verdadero propósito de las operaciones militares es derrocarlo.
La jefa de despacho de la Casa Blanca, Susie Wiles, dijo en una entrevista con Vanity Fair publicada esta semana que Trump "quiere seguir volando barcos hasta que Maduro se rinda".
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