Arbolado Urbano
Si supiera que el mundo
se acaba mañana, yo,
hoy todavía, plantaría un árbol.
(Martin Luther King)
El árbol urbano ha venido perdiendo terreno aceleradamente. El crecimiento urbano ha dado preferencia al cemento, no a la vegetación. Crecer ha sido desarbolar. Las calles arboladas son más bonitas, dan sombra, mitigan los daños del viento, las tolvaneras, el calor, los chubascos y el granizo: tienen un toldo vegetal. Reducen el ruido, colectan lluvia en sus hojas y raíces, atraen pájaros y turismo, reducen el esmog.
Los árboles aparecieron en la Tierra hace más de 250 millones de años, como parte de un proceso evolutivo que había empezado mucho antes. Desde entonces se han diversificado de manera extraordinaria y se han adaptado a casi todos los paisajes y latitudes del planeta. Como parte del reino vegetal, gracias a la fotosíntesis, producen el oxígeno que respiramos y debido a su benevolencia, ellos hacen posible la existencia de los animales y los seres humanos en el planeta.
La importancia de cuidar el arbolado urbano radica en que los árboles significan oxígeno, agua, alimentos y materias primas esenciales, así como una defensa frente al cambio climático en las grandes ciudades.
Debe existir un vínculo entre ser humano y árbol; crear la eco-conciencia de recuperar esa unión sagrada con la naturaleza, respetando nuestro entorno. Es indispensable que el ciudadano reverencie el arbolado urbano y que se fomenté no solamente su plantación, sino su cuidado y conservación.
Este elemento verde está conectado a diversos temas, es por esto que deben verse como una pieza que relaciona “un todo” en nuestra vida.
Se ha comprobado que los árboles pueden secuestrar el carbono de la atmósfera y encerrarlo en la madera y el suelo, por lo que los gobiernos, empresas y ciudadanos deberían adoptar medidas para luchar contra el cambio climático utilizándolos como un aliado.
Los árboles son muy beneficiosos para el medioambiente urbano. Cumplen varias funciones que favorecen a la ciudad y, por ende, a sus habitantes. En primer lugar, mejoran la calidad del aire pues son agentes que reducen la contaminación atmosférica. Si en las grandes zonas pobladas no hubiera árboles, el tráfico haría casi imposible vivir en ellas. Estos generan oxígeno, absorben dióxido de carbono y retienen los polvos y partículas que se mantienen en el ambiente. Pero, además, también reducen el molesto ruido que se produce, tráfico, claxon, gritos, obras, todos estos molestos sonidos resultan leves por los follajes de los árboles, que hacen una labor anti-sonido.
No sólo es importante preservar el material que constituyen bosques y selvas. Los parques de las ciudades, los paseos y avenidas que cuentan con árboles sanos son esenciales para que el ciudadano disfrute de una mejor calidad de vida en la ciudad. Que mitigue, en cierta medida, los inconvenientes de vivir en una zona metropolitana.
No debemos perder de vista que los árboles fuera del bosque dependen tanto del cuidado por parte de la población como de la legislación, a veces una de las dos puede fallar, pero lo grave es cuando ninguna es fuerte y ambas no cumplen su finalidad. La legislación y reglamentos que tratan de su protección en ocasiones pueden contradecirse. Muy frecuentemente, los servicios institucionales encargados de la vigilancia de estos son omisos en su protección.
Conociendo la importancia de estos podemos reflexionar sobre lo relevante de su conexión en nuestra vida diaria y por ello debemos combatir por todos los medios la tala injustificada de ejemplares en vía pública, cuyo destino como hemos dicho es preservar y restaurar el medioambiente.
Por otro lado recordemos que según Journal of Forestry 103: 411-416 (“Municipal forest benefits and costs in five US cities”), el aumento del valor de las propiedades, la reducción de CO2, el ahorro de electricidad, la reducción de inundaciones y otros beneficios de los árboles urbanos valían (según la ciudad) 1.37 a 3.09 veces el costo de sembrarlos, podarlos y cuidarlos. La foresta urbana es un lujo que se paga solo
En conclusión, pase más tiempo con familiares y amigos en la naturaleza. Los estudios demuestran que pasar tiempo en el entorno, incluidos los espacios verdes urbanos, puede mejorar su relación con el hábitat y con los demás. El tiempo en la naturaleza puede aumentar la cohesión social. Durante la pandemia, muchas personas descubrieron el aire libre como un lugar para descomprimir y reducir el estrés. Pasar más tiempo al aire libre alrededor de árboles puede fomentar las interacciones sociales que benefician la salud, amortiguar la angustia emocional y fomentar el uso de estos espacios, lo que puede ayudar a protegerlos para el futuro.
Delírium trémens.- De ser ciertas las notas en las que se reporta que el Gobernador anunció el retiro de los árboles en la avenida Himno Nacional, con respaldo del Presidente Municipal de SLP, me parece se violarían al menos 3 leyes estatales, 2 federales y 2 tratados internacionales… esperemos no estar frente a un “ecocidio” en camino.
Varios activistas ya empezaron a inventariar los árboles que se encuentran a lo largo de los 11.5 kilómetros de dicha vía y suman más de 900 especímenes.
Se olvida fácil, pero la sostenibilidad ambiental de las ciudades es un compromiso de los gobiernos y los ciudadanos, establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
@luisglozano