Cambalache

Ya no se sabe qué resulta cortina de qué; ya no se sabe qué resulta más (o menos) peor; ya no sabemos qué o quién nos perjudica más; ya no sabemos si el loco es cuerdo; ya no sabemos si la probidad es anormalidad congénita. Ya no sabemos ni a qué santo encomendarnos.  Comencemos a pensar que Enrique Santos Discépolo tuvo razón al escribir el tango Cambalache.

Hoy resulta que es lo mismo / ser derecho que traidor / ignorante, sabio, chorro / generoso o estafador / ¡Todo es igual! / ¡Nada es mejor! / Lo mismo un burro / que un gran profesor / no hay aplazaos ni escalafón / los ignorantes nos han igualao. / Si uno vive en la impostura / y otro roba en su ambición / da lo mismo que sea cura / colchonero, rey de bastos / caradura o polizón…

Así, aunque se había coronado con el marbete de apóstol del idealismo y la probidad,  el Mijis mostró el cobre, dejándose ver tal y como  es: abusador, altanero, gandalla, ventajoso, ruin; pandillero al fin. 

A su lista de escandalitos mediocres, iniciada como esquinero de barrio, a la que luego agregó los supuestos atentados derivados de su –nula– labor legislativa, sus ataques de diabetes, y atentados en la casa de sus padres, agregó el de violentador de mujeres y de mandatos judiciales.

La noticia ya es por todos sabida, ocioso resulta abundar en ella; el hecho es que resulta obsceno que un legislador se dedique a amedrentar junto con guaruras asignados por la Secretaría de Seguridad Pública (y pagados con nuestros impuestos), a trabajadores del poder judicial que ejecutan la disposición dictada por un juez. Afortunadamente la actuaria afectada decidió presentar denuncia contra el pandillero con charola; esperemos proceda y no acabe como todos los casos  que se llevan en la Fiscalía. 

Gran parte de la dinámica llevada en la instancia referida, se explica también por el actuar del jefe del ejecutivo estatal, pasividad, miedo al cabio y a incomodar el orden establecido. Ahora, mientras Carreras asegura que no hay desabasto de medicamentos ni despido del personal de Salud, gobierno del Estado guarda silencio respecto a la perjudicial secretaria de Salud y su tóxica relación con el Hospital Central, que el jueves denunciara en su columna el periodista Juan José Rodríguez.

Es decir, ya no nada más se mantiene a la inepta la secretaria de Medio Ambiente, a ésta se agrega la perversa y vengativa secretaria de Salud; y bueno ya ni para que mencionar al fatigado Stevens. Como que el gobernador goza con la práctica del masoquismo.

Recordemos, por ejemplo cuando no supo, no pudo o no quiso poner un estate quieto bien puesto a Ricardo Gallardo, padre, los costos los sigue pagando. Ayer, por ejemplo, durante el evento del presidente de la República, en la plaza Los Fundadores, las porras gallardistas volcaron su odio verbal, contra el propio gobernador, y contra el presidente municipal. Se entienden los malquereres, desde luego, pero no se entiende la tibieza de Carreras. 

Como sea, esto no pasó desapercibido por Andrés Manuel, quien mantuvo un trato distante con el diputado federal Ricardo Gallardo. Así que como que muy empoderado esté el junior, pues como que no.

Al final, como buenos amigos, partieron juntos y en la misma camioneta presidente y gobernador, seguro mandaron a resguardarse temprano a su casa al joven Nava, porque pues ni cómo juntarlo, él y sus subalternos, a modo de testaferros, se la pasan atacando por redes sociales al presidente. Evidentemente, cuando no se destaca en lo laboral, el escándalo también reditúa.  

Quienes al parecer destacaron, finalmente, fueron los encargados de sofocar el incendio en la sierra de San Miguelito; y eso que hace dos semanas estaba al 92%. Donde ahora surgió otro, es en las inmediaciones de Xilitla, por el lado de Querétaro; esperemos no les llegue a mayores, porque si aquí que estaban a nada de la capital, no podían, pues allá san Agustín los agarre confesados.

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Es preocupante la proliferación de antrillos de baja estofa en el centro histórico; cada fin de semana vemos uno nuevo. Ciertamente son espacios que atraen vida nocturna,  pero dañan abusivamente el entorno frente a la permisividad de la autoridad municipal omisa, y aleja finalmente a vecinos residentes de la zona. Luego nos extrañamos que se excluya como zona habitacional.  

Dicen los que saben, y los que no, repiten, que hoy es sábado social, disfrútenlo, pero no se excedan.