Ecología y el Amoniaco

El amoniaco es un gas incoloro (más liviano que el aire), es de olor fuerte (parecido a la orina), y aunque este gas no es flamable, es tratado como tal ya que cuando se mezcla con aire puede explotar si se enciende algo cerca. 

El amoniaco sucede de forma natural, pero en cantidades pequeñas, claro; pero aunque se encuentra en la naturaleza, también puede ser creado por el hombre, ya que es un químico de gran importancia para la industria (y uno de los químicos más producidos en el mundo), especialmente porque es usado para fertilizantes, y como bien sabemos el mundo tiene un uso indiscriminado de fertilizantes para satisfacer el consumismo tanto de alimentos de frutas y verduras hasta carne y ropa (ejemplo fertilizante usado para crecer algodón para la industria textil), también es usado para hacer plástico, fibras sintéticas, explosivos, tintes o colorantes y ciertos farmacéuticos. En su forma natural es principalmente producido por la descomposición de materia orgánica, por lo que el amoniaco se encuentra más concentrado en lugares de agricultura especialmente en granjas intensivas (pollos, cerdos, ganado…), o en alcantarillas e industrias. 

Por otro lado, según datos del Gobierno y el departamento de Salud Pública de Inglaterra, el amoniaco se encuentra naturalmente, también, en muy pequeñas cantidades en: frutas y verduras, en el intestino de los humanos cuando las bacterias intestinales ayudan a descomponer los alimentos, y en aire del hogar por el uso de productos de limpieza ,por eso la importancia de usar productos de limpieza de calidad y no mezclarlos inapropiadamente. 

l El 80% del amoniaco producido por la industria es para satisfacer a la agricultura como fertilizante. 

Estos son los 5 países que mas dependen de fertilizantes al año, según datos de World Atlas (2013, y actualizada en 2017):

# País Consumo Fertilizante (kg/hectárea arable) 

1 Qatar 6,898.70

2 Singapur 2,759.60

3 Seychelles 1,750

4 Malasia 1,726

5 Nueva Zelanda 1,578.90

Según datos del Banco Mundial, el amoniaco por si solo no causa mayor problemas para la salud, ya que este permanece en el aire menos de un día y no viaja más de 700 metros, pero, el problema viene cuando el gas amoniaco se mezcla y reacciona con el nitrógeno y el óxido de azufre, los cuales suceden con la combustión de la industria y del vehículos (cosa que sucede en casi todo el mundo); esta reacción crea una pequeñísima partícula que puede permanecer en la atmosfera por muchos días y esparcirse por el aire hasta por 500 a 2000 kilómetros; aparte, se acumulan y deterioran la calidad del aire por lo que van formando lo que llamamos y vemos como “smog” causando problemas de salud. Como vemos estos compuestos son expulsados a la atmosfera que respiramos por tres de las industrias más grandes que existen en el mundo: la agrícola, la manufactura y la automovilística, y, como asegura el artículo “Contaminación de aire de la industria de la agricultura y otras fuentes” del Banco Mundial: solo si se reducen estos tipos de emisiones, la formación de esta partícula disminuirá.

Estos son algunos de los efectos del amoniaco en los humanos:

l Inhalado: es irritante y corrosivo por lo que aunque su olor es extremadamente fuerte y fácil de detectar, poco a poco se va perdiendo la habilidad para olerlo., Cuando se respira en cantidades concentradas en el aire puede provocar quemaduras inmediatas en la nariz, garganta y tracto respiratorio. Inhalado en cantidades moderadas causa tos e irritación en garganta y nariz. Esto es muy comprobable si entras en un gallinero lo que respiras es una alta concentración de amoniaco.

l Contacto directo con la piel y ojos: cuando hay exposición al amoniaco en cantidades concentradas, tanto en el aire como en soluciones, pueden existir quemaduras graves o ceguera permanente (la cual puede suceder hasta una semana después de la exposición). Con exposición leve puede existir irritación en piel y ojos de forma rápida.

l Ingestión: con exposición alta puede haber un daño letal en la boca, garganta y estomago al ser una sustancia corrosiva.

Según datos del Gobierno de Nueva York del Departamento de Salud, no existen antídotos, pero sus efectos pueden ser tratados, especialmente al enjuagarse con abundante agua o con oxigeno humidificado y broncodilatadores… y, para poder detectar la concentración de amoniaco se pueden hacer exámenes médicos de sangre u orina.

Algunos cambios que se pueden hacer para mitigar los efectos del amoniaco con el nitrógeno y el óxido de azufre pueden ser: cubrir las piscinas de almacenamiento de desechos de animales; modificar la aplicación de estiércoles en campos; y, dejar de usar fertilizantes, especialmente aquellos con emisiones de amoniaco (aparte, recuerda que los fertilizantes van dañando la salud y fertilidad de las tierras a mediano plazo).

Por todo lo anterior se concluye que el Amoniaco Residual de fertilizantes y desechos de la producción intensiva de animales (Aves,Cerdos y Ganado), al final es transportado a ríos y arroyos que desembocan en el mar y en un ciclo natural nos es devuelto a todos los habitantes del planeta en forma de lluvia acida, aire contaminado y diferentes caminos.

Nuestro gravísimo problema del SARGAZO en la costa maya que puede llegar a costarnos el 3.2% del PIB nacional, es en su mayor parte originado por la explosión de SARGAZO en el mar de el mismo nombre que es fertilizada y aumentada por la desembocadura del rio MISSISIPI  en el Golfo de México. Ya que dicho rio drena un tercio de la superficie de Estados Unidos, aproximadamente 2 millones de km2, con millones de toneladas de residuos de fertilizantes con el que mantienen la producción agrícola mas alta del mundo y que como consecuencia aumenta la producción de sargazo que por las corrientes oceánicas es exportado a nuestras playas de el sureste.

Que hacer en lo personal:

l Baja tu consumo de carne y huevo de cualquier tipo.

l No uses en casa productos con amoniaco, hay muchas formas de limpiar sin este producto. 

l Utiliza tu coche de manera mas racional, y emitirás menos Amoniaco a la atmosfera que respiras casi 29,000 veces diarias.