El permafrost es una capa de tierra completamente congelada que se puede encontrar debajo de la superficie tanto de la tierra como del océano; está compuesta por tierra, grava y arena, la cual esta unida generalmente por hielo. Para que sea considerada como permafrost, esta debe de permanecer congelada por al menos 2 años; por lo tanto ésta se encuentra principalmente en regiones donde las temperaturas bajan por debajo de 0°C, especialmente en regiones del ártico como en Groenlandia, Alaska, Rusia, China y Europa del Este. La etimología de la palabra permafrost proviene del inglés PERMA = (permanente en español) y FROST = (helado en español).
No se debe de confundir con el suelo congelado, el cual es la tierra que se congela por más de 15 días al año.
Según datos de la enciclopedia de National Geographic, el grosor del permafrost varía entre 1 metro y más de 1,000 metros, cubriendo aproximadamente 22.8 millones de kilómetros cuadrados del hemisferio Norte de la Tierra, y aunque este tipo de suelo puede ser extremadamente pobre, también puede ser extremadamente rico en materia orgánica.
Se calcula que en el PERMAFROST están almacenados 1,500 gigantones de carbono orgánico esto es mas del doble del carbono disuelto en la atmosfera y junto con otros tantos gigatones de gas Metano están empezando a ser liberados a la atmosfera al descongelarse el Permafrost. Y ya se está formando un ciclo que se alimenta a sí mismo “A MAYOR CALOR, MAYOR DERRETIMIENTO, MAYOR LIBERACION DE C02 Y METANO Y NUEVAMENTE MAYOR CALOR “ Esas son las características del ciclo perverso que entre todos estamos liberando a través de nuestro consumismo y abuso de recursos naturales.
La formación y distribución del permafrost se cataloga en dos:
1.- Permafrost continuo: parece una hoja continua de material congelado, extendiéndose debajo de todas las superficies (excepto en grandes superficies de agua que se encuentren en el área). Por ejemplo: Siberia en Rusia es considerada de este tipo de
permafrost.
2,- Permafrost discontinuo: se encuentra dividido en áreas separadas, en donde una parte del permafrost a la sombra de las montañas puede permanecer completamente congelado, mientras que otra región que recibe más sol pude llegar a derretirse por semanas o meses. Como ejemplo, toda la costa sur de la Bahía de Hudson en Canadá está catalogada como permafrost discontinuo.
Como es de esperarse, con el cambio climático, el permafrost también está sufriendo cambios, y dentro de estos cambios, se encuentra el derretimiento del permafrost en algunas zonas, el cual apenas se está estudiando y monitoreando sus efectos.
Como ejemplo de algunos de los efectos no previstos se encuentra la noticia sobre la Bóveda de semillas del “Día del juicio final” de Svalbard, esta, por si no habías escuchado hablar de ella, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard es una bóveda construida para salvaguardar las semillas más preciadas del mundo entero para protegerlas de cualquier desastre global y garantizar el suministro de alimentación de la humanidad para siempre, ya que esta construida en una montaña del ártico en una isla noruega de Spitsbergen. Aquí se encuentran guardadas casi un millón de paquetes de semillas de todo el mundo.
Esta Bóveda fue inaugurada en febrero de 2008 por el gobierno noruego. Fue construida a más de 100 metros dentro de la montaña debajo de capas de roca entre 40 y 60 metros de espesor. La bóveda se encuentra en una montaña rodeada de permafrost (también cuenta con un sistema de enfriamiento adicional para mantener a las semillas a – 18°C constantemente), cuenta con 3 salas las cuales tan equipadas para almacenar a 1.5 millones de muestras de semillas cada una (aunque en la actualidad hay cerca de 900,000 semillas).
Sin embargo, aunque esto está pensado para estar a prueba de fallas y contra cualquier desastre, en el año 2017 la noticia de que parte de la bóveda se había inundado (las semillas nunca estuvieron en riesgo) debido ese año las temperaturas llevaron a fuertes lluvias cuando deberá de haber caído nieve ligera, siendo que según un artículo de The Guardian de 2017 titulado “La fortaleza ártica de las semillas del mundo se inunda después de que el permafrost se derritió” escriben que, como Hege Njaa Aschim, del gobierno noruego dijo No estaba en nuestros planes pensar que el permafrost no estaría allí y que experimentaría un clima extremo como ese”. Sin embargo la bóveda fue puesta en preparación para mejorar el actual túnel de entrada (el cual se ha vuelto icónico por su diseño), este será reemplazado por una construcción de hormigón potente y resistente al agua, así como otras mejoras.
Estos son otros ejemplos de la importancia del permafrost, según datos de la NASA, para el planeta como lo conocemos:
l Muchos pueblos del norte están construidos sobre permafrost; tan solo el 63% del territorio ruso se asienta sobre zonas de permafrost y se calcula que el 75% de las construcciones sobre ella pueden llegar a colapsar si el permafrost se descongela. Es importante mencionar que cuando este está congelado es más duro que el concreto, pero cuando se descongela puede destruir casas, carreteras y otras infraestructuras.
l Cuando este se encuentra congelado, el material vegetal no puede descomponerse ni pudrirse, pero a medida que se descongela el permafrost los microbios comienzan a descomponer este material, liberando gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano (el cual es 30 veces más potente que el CO2)
l Cuando este de descongela también lo hacen ciertos virus y bacterias antiguos; los científicos han descubierto microbios de 400,000 años en el permafrost.
Aunque la liberación de virus antiguos puede parecer algo terrorífico, por ejemplo, se descubrió un virus que tiene 1,200 genes y que mide el doble del ancho de un virus tradicional, enterrado bajo la capa de hielo derretido de la tundra rusa; sin embargo el científico Carl Zimmer en su libro “Un paneta de virus”, asegura que estos virus representan una escasa probabilidad de enfermar a los humanos, asegurando a la revista Buisiness Insider en 2015, que: “Estos virus en particular infectan la ameba. Entonces, si eres una ameba, sí, deberías estar realmente asustado. No hay patógenos humanos que hayan salido del permafrost siberiano. Eso no quiere decir que los virus no emerjan, pero hay tantos virus circulando en los animales vivos, creo que deberíamos poner estos virus congelados muy bajos en nuestra lista de preocupaciones “.
Sin embargo, hay que recordar que estamos en tiempo de cambio climático, y todas nuestras acciones repercuten en el planeta tierra. recuerda reducir tus emisiones y ser un ciudadano consciente haciendo un esfuerzo para evitar la basura, las compras desmedidas que traen cientos de recursos naturales atrás, el plástico de un solo uso, apagar la luces, etc.