Parece que fue ayer, o parece que fue hace años, pero el viernes 28 de agosto se cumplieron ya seis meses de que se registró oficialmente el primer caso de covid-19 en México. Medio año. Seis meses de ciencia trabajando contra reloj, de adaptaciones de todo tipo, prueba y error en todas las áreas, para enfrentar esta emergencia que se parece tanto a una guerra, a un proceso de duelo y hasta a un negocio.
Como en una guerra, son muchas las acciones de defensa y ataque ante el SARS-Cov-2: la prevención, el confinamiento inteligente, el muestreo y el seguimiento, la investigación seria, la búsqueda de vacunas y la temporalidad de ésta (los primeros casos de reinfección se han registrado en Hong-Kong, Holanda, Bégica y, también, este viernes, en México). La disponibilidad de camas, respiradores y medicinas (no sólo para covid-19) tiene que estar al parejo de un personal médico y de salud suficiente, bien pagado y bien protegido.
El problema viene cuando se ve que los oficiales, los estrategas, se basan más en la política que en la ciencia. Pareciera que no contrastan «su» información, que no cometen errores y que no perciben las diferencias sociales que nos abruman como país. Pareciera que todos tienen todo bajo control. Y de ver cómo actúan en temas como justicia, gastos prioritarios y seguridad, ¿cómo no tener dudas y hasta miedo?
El proceso de duelo, dicen los que saben de tanatología, pasa por cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. No se trata sólo del duelo ante la muerte de seres queridos o cercanos, sino de la pérdida de la vida social como la conocíamos, de habitus, como diría Pierre Bourdieu. Muchas personas siguen en una de las etapas previas y va de quienes se enojan al pedirles distancia a quienes se bañan en alcohol o de plano no quieren salir ni a la esquina. Un caso famoso de la etapa de ira es el de la mexicana conocida como Lady Tres Pesos. De la negación, vimos también este viernes, por ejemplo, que en Berlín hubo una multitudinaria protesta contra el uso de cubrebocas y los confinamientos.
Duelo hay (y va a haber más) por la falta de socialización en las escuelas, y eso se verá a mediano o largo plazo. Las amistades más duraderas suelen venir de la escuela. La dificultad para conectarse, los tiempos frente a la pantalla, las distancias con los compañeros, también aminoran el «tiempo de calidad». Hay madres que han tenido que dedicarse de tiempo completo (o casi) a acompañar a sus hijos en el nuevo proceso educativo.
Decíamos que también es un negocio para ciertos personajes y sectores de nuestro muy capitalista sistema. Los grandes empresarios alistan sus garras sobre vacunas y material médico y de higiene; unos ya hasta nuevas concesiones tienen. Los políticos se promueven y descalifican a los otros, presumen cifras o soluciones y alistan el terreno para las próximas elecciones. En todos los partidos, poderes y niveles de gobierno están alborotados y aplican o quieren aplicar aquello de «hágase la ley… en los bueyes de mi compadre».
Son 90 días ya del eufemismo de «nueva normalidad» para nombrar los cambios que nos pasan y (a veces) nos sobrepasan. Este viernes 10 estados pasaron a semáforo amarillo, el resto permanece en anaranjado (incluso San Luis) y sólo Colima está en rojo.
Este viernes, según se dio a conocer el sábado en «la mañanera», San Luis Potosí llegó a 17,394 casos confirmados de contagio y 1,236 defunciones, de las cuales 522 son de menores de 60 años y 85 de éstas han sido de personas sin comorbilidades. Según las proyecciones de la Universidad de Washington podríamos llegar a más del doble en diciembre, si seguimos sin atender a las medidas mínimas de seguridad.
También este viernes hubo un nuevo record potosino de decesos, con 32, pero según la información oficial (nacional y estatal) «al parecer» estamos en una «meseta», con 874 casos activos del total nacional de 42,822.
Este viernes murieron también el gran cómico Manuel «el Loco» Valdez y Chadwick Boseman, protagonista de Pantera Negra en la serie cinematográfica Los Vengadores. Todo esto en el último viernes de agosto pero sigue la mata dando.
Pareciera que en un momento cambia todo y todo queda. «Diez mil futuros se reparten tu sangre a cada instante», escribió Ray Bradbury. «Instantes que permanecen porque dejaron cicatrices», escribió Darío Jaramillo Agudelo. «El último viernes», escribió Espinoza Paz.
A ver cómo nos va en septiembre, mes de la Patria. Esperemos seguir leyéndonos y escribiéndonos.
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Posdata: Ya están en YouTube los videos del «Maratón de lectura» con motivo del decimosegundo aniversario del Centro de las Artes de San Luis Potosí. Los invito a verlos y a apoyar este trabajo creativo en tiempos pandémicos.