Pago de facturas

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Los seis magistrados  no ratificados el jueves en la sesión del Congreso del Estado abren la puerta para que esto se convierta, una vez más y como es costumbre en esta legislatura, en una cena de negros. Por un lado las elecciones de la misma cantidad de magistrados, o por el otro frente a la cantidad de amparos que promoverán los no ratificados. 

Las magistraturas a repartir se convertirán en el botín de guerra de las tribus curuleras y, para como andan las cosas, muy probablemente los cuaternarios morenistas invocando el derecho de mayoría pretenderán acomodar a tres, dejen dos a los panaderos, y si Carreritas se porta bien, lo consideren con una. Desde luego que aquí lo que cuenta es la habilidad como negociadores, y ésta no es virtud de los morenos. Claro que todavía falta ver cuántos de los amparos promovidos por los defenestrados,  restituyan a algunos.    

En el caso concreto de Juan Paulo Almazán Cue, queda claro que su ratificación no obedece a que sea un jurista ejemplar, sino porque su permanencia es un motivo de agravio constante para Rubén Guajardo (quizá el legislador más despreciado por sus contertulios), por la forma en que aquel ha tratado a la esposa de éste, que ahora disfruta su basificación dentro del Poder Judicial del Estado.      

Resulta complejo comprender, cómo mientras los políticos de respeto, y que se respetan, buscan tener a la familia lo más alejada posible de los lodazales de la materia, los actuales tostoneros buscan sumergirla y revolcarla en la porquería de sus enjuagues.    

Cierto es que los cañonazos debieron estar llenadores, o de qué otra forma se explica que hasta el Mijis, casi en artículo de muerte y después de haber recibido el sagrado viático haya asistido a votar. Seguro de ahí sacará para las facturas de sus chuchulucos, ahora que concluya el encargo.

Es que liquidar facturas no es cosa sencilla, vean el caso de Gabino, ya liquidó parcialmente la cuenta de la comida que le organizaron los Arreola, al nombrar a Juan Antonio Arreola como sustituto de Leonel Serrato en la coordinación de programas sociales de la zona metropolitana. Debe ser feo andar de hambreado, y más feo pagar dos tacos de frijoles agrios al precio de cuatro platos de fabada. 

Quien también, de llegar a algún lado, tendrá que pagar los empujoncitos que le da, es el maestro Xavier Nava, a Emilio Álvarez-Icaza quien lo apapacha, cuerpea y promociona en todo momento.  Ahora apareció diciendo que la justicia en San Luis tiene una deuda con Xaviercito, respecto al paquidérmico andar en la Fiscalía, del asunto del saqueo gallardista. ¡Vaya absurdo!, la justicia no tiene deudas con nadie, en todo caso el aparato judicial; aunque de ser así, la deuda se tiene con los potosinos, no con Navita, quien sí tiene deuda con los potosinos. Aunque éste, montado en su arrogancia marcelista, ni trazas tiene de querer dar explicaciones, o aceptar sus errores.  

Ayer se votaba en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el registro de México Libre, aparentemente es intrascendente para San Luis Potosí, a pesar de todos sus corifeos por aquí sueltos; pero aunque se pospuso la votación, de negársele el registro, se le cerraría una buena puerta al alcalde ambicioso, ahora que la diputada Sonia dijo que él no es el candidato del CEN. Y quieran que no, la sangre llama, recordemos que Navita es primo de doña Márgara.      

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Por cierto, no había tenido oportunidad de apreciar las esculturas que se colocaron en el jardín del barrio de Tequis; me gustan, lo rejuvenecen y le quitan ese ambiente polillento y anaftalinado que tienen todas las plazas de los barrios. Ojalá así atendieran el monumento a la Independencia que –diseñado por don Pedro Amézquita Villaseñor, y dirigido por el ingeniero Luis Igueravide Franco– se levanta en el jardín de San Juan de Dios, porque está a nada de venirse para abajo.  

Gracias por la lectura; oremos por que Dios nos libre de México Libre.