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Luego de una rueda de prensa en la que fue señalado por presunta falsificación de firmas y otros delitos relacionados con el tema de corrupción en la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, el empresario Gabriel Alan Salazar Soto pidió que en lugar de estar “litigando en los medios”, mejor se aporten las pruebas necesarias ante la autoridad judicial.
Fue el abogado Tomás Coronado quien citó a medios a una rueda informativa en uno de los restaurantes que funcionan en el lado sur del edificio Ipiña, en el centro histórico de esta capital.
Ahí, el abogado presentó documentos que presuntamente prueban que el empresario Gabriel Salazar falsificó firmas de una persona para poder realizar “negocios” con la dependencia de Salud que dirige la doctora Mónica Liliana Rangel Martínez.
Salazar Soto se presentó en el sitio y afirmó que a él le pidieron medio millón de pesos “a cambio de que el abogado de Tomás Coronado no me demandara”. Recordó que hace seis años él compró un bufete de abogados del cual fue “sacado” Tomás Coronado y que desde entonces hay problemas con él.
Informó también que a la fecha ya existen “más de seis demandas metidas por daño moral en mi contra, para diversas personas, pero será hasta que obtenga una sentencia en concreto que yo lo informaré, porque yo sí no quisiera ni difamar a nadie ni hablar de cosas que todavía no son”.
Gabriel insistió en su defensa al asegurar que ha acudido y acudirá “al 100 por ciento a todas las audiencias a las que sea requerido”, además de que su corporativo “de 25 empresas y más de mil 500 empleados” tiene toda la información ordenada y lista para hacer frente a cualquier demanda.
