Quienes se quejaban de que enero fue eterno ya estarán tranquilos. Empezó febrero con todo y fin de semana largo, quincena (para quienes tienen ese privilegio), supertazón y tamaliza. Para muchos parecía que no llegábamos, pero ya estamos, como lo han resaltado los memes, a 02022020, número capicúa. ¿Febrero loco? Ya veremos.
Renunció el fiscal del estado, y así muchos se enteraron de que teníamos uno. Él, aunque sea con el plumaje manchado, regresará a ese otro pantano que es el partido familiar. A ver a quién nombran y a ver si esta vez se logran resultados y algo de independencia entre poderes, lo cual es una bonita intención pero más improbable que un guion escrito por Tarantino o Rodríguez. ¿Érase una vez en San Luis Potosí?
Como no le sé mucho al futbol americano, mejor platiquemos sobre lo que habrá la próxima semana: la entrega de los premios Óscar, los premios más conocidos del cine estadunidense y mundial. Por lo mismo, los más comerciales, los más apegados a convenciones y etiquetas de la cultura occidental, con sus contadas excepciones.
¿Ustedes ya vieron las películas nominadas? Aunque muchos nos emocionamos con The Joker, basada muy libremente en el villano de Batman, tampoco es «la mejor película del año», ni «la mejor película de superhéroes», como se ha dicho. La volvería a ver, sí. Si la comparamos con otras de superhéroes sí es genial, pero hay que ver cine de muchos directores, épocas y países para apreciar en toda su extensión el llamado Séptimo Arte.
De terror, terror, psicológicas, románticas, comedias, policiacas, de caricaturas o de acción, vale la pena romper nuestros esquemas para abrir nuestra mente. Como en la lectura, hay materiales para entretenerse o para pensar. Tenemos una semana para tratar de ver otras, nominadas o no, y disfrutar de esas historias en pantalla grande que persisten como industria y alternativa ante el nuevo reino de los maratones del streaming.
Por ahora quiero invitarles a ver algunas películas, pero también a conocer y ver más de sus guionistas, directores o intérpretes. Van las cuatro que me han llamado más la atención por sus acertadas vueltas de tuerca sobre problemas sociales y mentales: dos comedias y dos tragedias, tres de ellas con una crítica explícita al sistema político-económico y a la enajenación que produce.
The Joker, traducida como El Guasón en Latinoamérica, es una cinta dirigida por Todd Phillips con Joaquin Phoenix (Gladiador, Señales..) y Robert De Niro (El irlandés, la más reciente). Tiene 11 nominaciones. Como en su película más conocida (The hangover, ¿Qué pasó ayer?, 2009), en The Joker Phillips pone su narración del lado de los fracasados, de los no aceptados por la sociedad, y muestra ciertas formas de protestar, de salirse de lo esperado por otros.
El personaje de risa estrepitosa, también conocido como El Príncipe Payaso o El Comodín, tiene características fascinantes: su deformidad que parece felicidad, su locura o violencia irracional, la ausencia de una historia personal y su anarquía. El Guasón cumple 70 años este 2020, y parece que habrá celebración, a ver si me cuelo. De némesis de Batman en los cómics pasó a ser protagonista en historias de culto como La broma mortal, de Alan Moore, y a tener sus propias historias sin su tradicional enemigo.
Otra película obligada es The lighthouse (El faro) dirigida por Robert Eggers (La bruja, 2015) con Robert Pattinson y Willem Dafoe. Es una injusticia que no la hayan nominado a mejor película. La historia, rodada en blanco y negro, con una música y una fotografía hipnotizantes, muestra al personaje de Pattinson en su arribo como ayudante al faro que comanda Dafoe, donde la soledad y la presión harán que esa estadía de seis meses se transforme en una odisea. El reciente llamado a Pattinson para encarnar a Batman hizo dudar y provocó críticas de buena parte del público, pero en El faro demuestra que es un actor respetable, dándole buena réplica a Dafoe.
Jojo Rabbit es una sátira o comedia negra escrita y dirigida por el neozelandés Taika Waititi, cuyo guion está basado en el libro Caging Skies de Christine Leunens. Un niño alemán quiere ser nazi, pues es el modelo que le han inculcado. Incluso Adolf Hitler es su amigo imaginario. Luego de tantas historias de niños durante el Holocausto, que van de lo inteligente a lo cursi, podríamos pensar que el tema estaba agotado, pero Waititi demuestra que siempre se puede ir más allá incluso en historias que han sido tan recicladas, de La vida es bella a El niño de la pijama a rayas.
El reparto es también de lujo: Roman Griffin Davis como Jojo Rabbit, Scarlett Johansson como su mamá, Thomasin McKenzie como Elsa, Sam Rockwell como el capitán y Archie Yates como Yorki. El director de la película actúa de Hitler, el amigo imaginario; aunque se le promociona como director de Thor: Ragnarok, de él tienen que ver también What We Do in the Shadows, un falso documental sobre cómo «viven» los vampiros en nuestra época.
Gisaengchung (Parasite o Parásitos) es una película surcoreana dirigida por Bong Joon-ho y protagonizada por Song Kang-ho, Lee Sun-kyun, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-shik y Park So-dam. Es la primera de ese país nominada a mejor película en los Óscar y es un acierto. Un joven se hace pasar como maestro de inglés de una adolescente de familia «acomodada». Tras sondear el ambiente, su familia desempleada urde un plan para «pegarse» a los patrones de su hijo. Los ambientes contrastantes, del sótano a la casa de lujo, y los personajes entrañables, hacen de esta cinta algo memorable.
En las relaciones sociales mucho se adjudica el término de parásito a otros, pero las relaciones mostradas de forma frenética en la cinta muestran que todos lo somos o estamos muy cerca de serlo en algún aspecto, y que de la risa al llanto basta una palabra o un movimiento de cámara.
Las cuatro películas coinciden en la exploración de estados mentales, de cierta locura y de la imaginación como respuesta ante una sociedad cada vez más exigente. Son retratos que vale la pena ver.
Posdata: desde hoy y hasta el 12 de febrero estaré recibiendo en mi correo cuentos, poemas, ensayos, artículos, bocetos, pinturas, fotografías y video de tema erótico-amoroso, para ser publicados el 14 de febrero, en un blog creado ex profeso. Cierto es que la fecha se presta a una excesiva comercialización, a manifestaciones vacías y por compromiso, pero también es oportunidad de crear y compartir, y lo amoroso abarca muchas facetas del ser humano, como lo han demostrado a lo largo del tiempo tantos y tantas artistas.
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