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La baja respuesta de afiliación de personas trabajadoras del hogar al IMSS, puede deberse a la falta de difusión del programa, dificultad de la base trabajadora para solicitar la adhesión y la renuencia patronal de formar parte del programa, analizó Guillermo Luévano Bustamante, investigador del Posgrado en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la UASLP.
El 8 de octubre pasado, se reveló que el Programa Piloto de Incorporación a Personas Trabajadoras del Hogar al IMSS en la entidad sólo se habían afiliado 143 empleados, cifra mínima con el universo de 40 mil potosinos dedicados a ese tipo de labor, sobre todo mujeres.
Para el académico, aunque se ofrece la regulación del o la trabajadora, que implicaría evitar una posible multa por no tener dada de alta, el incentivo no es suficiente porque la mayoría de los patrones optan por la informalidad, en lugar de hacer el gasto adicional.
Sugirió que, si bien es una campaña federal, convendría que el estado colaborara en la incidencia de afiliación, además de mayor inspección de las Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
“Los patrones pueden hacer la valoración junto con la trabajadora, de que en vez de darle al seguro esa cantidad liquida en la cuota obrero-patronal, las dos partes mejor se los dan de inmediato a la trabajadora, y en corto plazo por los salarios bajos, pues habrá personas que prefieran recibir en lo inmediato la cantidad liquida a un beneficio que implica toda la cobertura de seguridad social”, argumentó.
Al respecto, la Oficina de Representación del IMSS, se limitó a exponer que dicho mecanismo es voluntario, surgido a partir de un pronunciamiento de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación (SCJN).
