De ridículos a voyeristas
Lo que en seguida voy a relatar sucedió hace mucho tiempo, cuando aún no había todos estos artilugios de comunicación -iPhone, iPad, iMac, iLamadre- que acercan a los que están lejos pero alejan a los que están cerca. Un cierto joven ingresó a un club nudista, y en broma se hizo tomar una foto de cuerpo entero, desnudo. Por esos días su abuelita le escribió pidiéndole que le enviara un retrato suyo. A falta de uno cortó en dos la dicha fotografía y le envió la mitad a la señora. Consternado se dio cuenta de que por equivocación le había enviado la mitad inferior. Poco después recibió una carta de la anciana abuela: “Cambia de peinado, hijito. El que usas ahora hace que la nariz se te vea ridículamente pequeña”... En la reunión de parejas don Chinguetas bailó en la sala poniéndose a manera de falda el mantel de la mesa de centro y la pantalla de la lámpara como sombrero. De regreso a casa su señora le dijo: “Vaya que hiciste el ridículo en la reunión. Espero que nadie se haya dado cuenta de que estabas sobrio”... Curvina, joven mujer de ondulante anatomía, paseaba por el campo y vio un regato o arroyuelo de frescas y cristalinas aguas. El calor bochornoso que reinaba -y eso que el país era república- la llevó a desvestirse por completo y entrar en las invitadoras linfas. Disfrutándolas estaba cuando apareció un cazador que al observarla, y al observar sus ropas en la orilla, se sentó a esperar a que saliera del agua, y así mirarla en todo su esplendor. Mortificada, molesta, Curvina le dijo al individuo: “Veo que no es usted un caballero”. Replicó el tipo: “Y al rato yo veré que usted tampoco lo es”. (Al lascivo mirón que en francés se llama voyeur y en español voyerista, en inglés se le conoce con el más expresivo y pintoresco apelativo de Peeping Tom. Eso proviene de una leyenda medieval sajona, la de Lady Godiva, hermosa y caritativa dama cuyo nombre viene de Godgyf, o sea God gift, regalo de Dios. Aconteció que su esposo, señor feudal de Coventry, expoliaba a sus vasallos cargándolos de impuestos onerosos. Ella, compadecida de los pobres aldeanos, le suplicó a su marido que les redujera los gravámenes. El hombre, burlón, cruel, puso como condición -que pensó no cumpliría- que se paseara a caballo, desnuda, por las calles del lugar. Lady Godiva lo hizo. Los lugareños, conmovidos, se encerraron espontáneamente en sus casas, y cerraron puertas y ventanas a fin de no ver la desnudez de la casta señora. Un sastre llamado Tom no pudo resistir la tentación de contemplar la belleza de la dama, y la vio a través de un agujero en el postigo. De ahí lo de Peeping Tom. Otra leyenda, seguramente apócrifa, relata que Lady Godiva llegó a su casa a las 11 de la noche. Le preguntó, irritado, su marido: “¿Por qué vienes a esta hora?”. Contestó ella: “Andaba cumpliendo la condición que me pusiste”. “¿De veras? -replicó el hombre, atufado-. El caballo regresó hace tres horas”)... Conocemos a Capronio. Es un sujeto ruin y desconsiderado. Su mujer le dijo: “Si mi mamá decide vivir con nosotros tendremos que mudarnos a otro departamento”. “De nada va a servir -acotó Capronio-. De cualquier modo nos encontrará”... Doña Chalina, mujer metomentodo, amiga de cotilleos y murmuraciones, le comentó intencionadamente a su vecina: “He notado que a tu hija le está creciendo el abdomen”. “No es lo que piensas -le contestó, irritada, la mujer-. Lo que pasa es que tiene problema de gases”. Pasaron los meses, y un día la chismosa se topó en la calle con la vecina y su hija. La muchacha llevaba un bebé en su carriola. Lo vio doña Chalina y exclamó: “¡Ay, qué pedito tan lindo!”. FIN.
MIRADOR
Por Armando FUENTES AGUIRRE.
HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
El Señor hizo los cielos y la tierra.
En los cielos puso el Sol, la Luna y todos los astros que brillan en la inmensidad de la bóveda celeste. En la tierra puso los animales y las plantas, y luego el mar con todos sus pescaditos.
Finalmente el Señor dio vida a Adán.
El Espíritu le preguntó:
-¿Para qué hiciste al hombre?
Respondió el Creador:
-Para que nos haga a nosotros.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
Por AFA.











