CÓMO FUNCIONA EL ARTE

Nuestra cultura occidental, con sus costumbres, tradiciones, leyendas y valores, nos guste o no, proviene en su generalidad de las naciones europeas. Una manera de visualizar el origen e historia de nuestra cultura en esas sociedades es por medio del arte; pintura, arquitectura, escultura, literatura, poesía, etc. Los muchos museos de Europa están llenos de extraordinarias obras que deben de apreciarse y entender el profundo poder y efectos que a lo largo de la historia este arte provocaba y aun influye en el alma humana.
? Arte rupestre en las cuevas de Altamira en Cantabria, España. Hace más de 15,000 años, un desconocido autor represento una manada de ciervas huyendo de una silueta felina.
Las manos serian una “selfie” prehistórica de quienes estuvieron en la escena.
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
Como ejemplo, el arte pictórico ha existido desde la prehistoria como una necesidad de plasmar y tratar de perennizar momentos, personas o leyendas. De este modo podemos afirmar que, además de estilo y técnica, cada obra también tiene una historia que contar. Es un mensaje personal del artista al observador sobre sus conceptos de belleza, sobre el tiempo y sociedad en los que le tocó vivir que bien vale la pena explorar.
Un objeto artístico, pintura, escultura o arquitectura puede transportarnos a cientos o miles de años en el pasado, tiene mucho que decir, se convierte en una pequeña ventana a la vida de nuestros polémicos y casi olvidados ancestros de otras tierras o del otro lado del océano.
Mas allá, debemos estar conscientes que el arte nos afecta íntimamente, en ocasiones puede impresionarnos tanto para marcar nuestra vida, ¿Quién no recuerda frases de películas, de libros; imágenes de fotos o cuadros de alguna manera inolvidables?
No obstante, a diferencia de las ciencias físicas y biológicas, el estudio y análisis científico del arte se ha dejado a especulaciones, a teorías filosóficas, a opiniones de especialistas; es decir, a un misticismo “incomprensible” para el hombre común, quien solo puede opinar si le gusta o no; como si fuera una comida o un pastel. Entonces ocurre que solo podemos admirar o no, no nos proporcionan razones o explicación, como si no pudiéramos comprender algo profundo.
Peor aún, muchas obras pueden incorporarse al “star system” artístico, donde solo su popularidad y publicidad les da un valor (económico), según subastas, autor famoso o incluso porque solo conocer su nombre brinda cierto status cultural a quien las menciona.
Pero una obra de arte, un simple objeto material, representa, resume principios, valores, cualidades, hechos importantes, al tiempo que evoca recuerdos y profundas emociones asociadas.
Ayn Rand, escritora y dramaturga rusa de los años 60´s en su libro “The Romantic Manifesto” 1969 define: “El arte es una recreación selectiva de la realidad acorde a los valores y juicios metafísicos del artista”; “El arte trae conceptos abstractos y subconscientes de un individuo, al nivel perceptual, consciente, lo que le permite identificarlos y observarlos directamente”. En eso reside el gran poder del arte para acceder e influir en la mente humana.
? Noche Estrellada de V. Van Gogh, pintura impresionista, de pinceladas rápidas, gruesas pero precisas.
Es favorita de los astrónomos, pues el tema principal es el cielo en el fondo y no el tradicional primer plano.
Nuestra consciencia trabaja mediante imágenes o escenas muy cortas. Por ejemplo, cuando rememoramos buenas películas, novelas, o momentos muy importantes en nuestras vidas, en nuestra mente no vemos las aburridas rutinas antes o después, solo aparecen escenas significativas, muy cortas casi como si todo un recuerdo consistiera en una sola imagen, pero asociada en el subconsciente a cantidades de emociones, conclusiones y conceptos. Al parecer el arte intenta recrear tales imágenes a consideración del autor.
? Las meninas de Diego de Velázquez, Museo del Prado, Madrid. Al centro aparece la infanta o princesa, atendida por sus muy jóvenes y solicitas nanas o meninas. Todos parecen mirar al espectador incluso el autor, pincel en mano.
No obstante, algo negativo del enorme poder de un arte para penetrar e influir en el alma humana, es su utilización en la propaganda política y la publicidad comercial. Los más costosos anuncios recurren al arte para introducir en nuestras mentes valores, impulsos y creencias. En estas épocas navideñas se pueden observar a las grandes empresas publicitar sus productos asociándolos a la convivencia y amor familiar de la cena navideña, sus guiones precisos, claros; imágenes perfectamente balanceadas con colores y perspectivas dignas de prestigiados artistas y cuya música es de la mejor composición cinematográfica, con el sólo objetivo de vender.
? “El almuerzo de los remeros”, de A. Renoir (1881), del revolucionario estilo impresionista, cuyo tema es el simple disfrute de un convivio entre amigos a orillas del río Sena.
Un buen consejo como propósito de año nuevo seria evitar que se instalen en nuestras mentes los interminables anuncios; y menos aún la propaganda política, que siempre termina siendo una mentira seductora. Mejor leer e interiorizar un clásico de la literatura validado por el tiempo. O contemplar por internet alguna pintura o escultura clásica, observando sus delicados detalles, de la mano de algún Youtuber reconocido.
Para quien se anime a viajar a Europa y visitar algunos de los grandes museos, su tarea debe empezar meses antes, leyendo y enterándose de las obras plásticas y arquitectura que observara personalmente. Así al estar frente a ellas pueda disfrutar sus colores, tonos, texturas y entender lo que el artista quiso comunicarle y tal vez entender nuestro pasado occidental, de ideologías disfuncionales, guerras terribles, reyes, castillos llenos de viles juegos de tronos, viajes y aventuras…tan caótico pero fascinante, porque de ahí venimos.
no te pierdas estas noticias
















